Por Kamel Gomez
"...El ejército colonial se
vuelve feroz: cuadrillas, "cacerías de ratas", concentraciones,
expediciones punitivas; se asesina a mujeres y niños. Él lo sabe: ese hombre
nuevo comienza su vida de hombre por el final; se sabe muerto en potencia. Lo
matarán: no sólo acepta el riesgo sino que tiene la certidumbre; ese muerto en
potencia ha perdido a su mujer, a sus hijos, ha visto tantas agonías que
prefiere vencer a sobrevivir; otros gozarán de la victoria, él no: está
demasiado cansado. Pero esa fatiga del corazón es la fuente de un increíble
valor. Encontramos nuestra humanidad más acá de la muerte y de la
desesperación, él la encuentra más allá de los suplicios y de la muerte.
Nosotros hemos sembrado el viento, él es la tempestad. Hijo de la violencia, en
ella encuentra a cada instante su humanidad: éramos hombres a sus expensas, él
se hace hombre a expensas nuestras. Otro hombre: de mejor calidad."
Jean-Paul Sartre, en el Prefacio a "Los
Condenados de la Tierra"
La
situación en Medio Oriente es catastrófica. La región hoy, desde Afganistán
hasta Egipto, está sumergida en varias batallas que a lo lejos parecen
diferentes, pero mientras más se acerca la lupa analítica, más se asemejan.
Israel
utiliza la cobertura del mundial de fútbol para aniquilar a Hamas. Aprovecha el
acuerdo tácito con los mercenarios que vienen de todo el mundo, acompañados de
dinero saudí y armas estadounidenses.
Había que
romper el acuerdo de unidad Fatah-Hamas. Entonces, a castigar a los bárbaros
palestinos con lo mejor de la civilización occidental: armamento de última
generación, no sea que las piedras y los cohetes caseros molesten a los buenos
colonos que la prensa internacional pinta. De fundamentalistas, ellos, los
buenos judíos, no tienen nada: esa palabra es para los sucios musulmanes.
Además, Hamas se atreve a retomar sus relaciones con Irán. Con más razón,
ya no alcanza con matarlos con sus aviones, mejor los prenden fuego antes de
morir.
¿A quién le
importan los palestinos? Si en plena matanza Israel recibe cartas mimosas de la
dinastía As-Saud. Los sauditas ya quieren viajar de Riad a Jerusalem sin
escala. Francisco, el Papa, todavía no se pronunció. El papelón que
Israel suele darle a EE.UU. en las negociaciones, ahora Netanyahu, el mentiroso
se lo da al Sumo Pontífice: avergüenza al Vaticano, se ríe de las oraciones de
Bergoglio. Es que el sionismo entiende una forma de paz: cuando matemos a todos
los palestinos, niños, mujeres, ancianos, vamos a vivir en Paz. Pobre
Francisco, papelón internacional para él, regalo de Teodoro Herzl.
Total, la
indiferencia de muchos, la traición de otros, las dificultades de los amigos de
Palestina, permiten a Israel cometer su plan racional de
exterminar a los árabes palestinos. Pensaran los sionistas, la tercera en Gaza,
es la vencida.
Por eso le
pido, querido lector, que acompaña y sufre, que vuelva a la cita del comienzo
con esperanza, que la relea, que la medite, así entenderemos juntos que, a
pesar de la dureza criminal del sionismo, Palestina es bandera de los oprimidos
del mundo, que es la causa que triunfa gracias a esos hombres, hoy palestinos,
que son la mejor calidad de la humanidad.