
Los agrotóxicos surgen en el mundo después de la segunda guerra mundial,
cuando las fábricas de armas químicas se adaptan para su utilización en el
actual modelo capitalista de la agricultura, que está basado en el agronegocio.
El uso de agrotóxicos es uno
de los principales pilares de mantenimiento del agronegocio en el mundo,
juntamente con las semillas transgénicas. La producción y comercialización de
agrotóxicos está monopolizada por seis grandes empresas transnacionales que
controlan 67% el mercado mundial: Monsanto, Bayer, BASF, DuPont, Dow y
Syngenta.
En 1997, en su II Congreso de la Coordinadora
Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC, expresó un no rotundo contra
los plaguicidas y empezó a elaborar un plan de lucha contra estos. Pero es a
raíz del 2010, luego de su V Congreso definió construir una campaña
continental. Actualmente, la campaña cuenta con buenas experiencias
de articulación y denuncia en países como Brasil, Paraguay y Argentina.
Para Diego Montón, Secretario Operativo de la CLOC , otro elemento
importante de esta campaña es la posibilidad de establecer alianzas con
consumidores, investigadores y científicos, artistas, y otras
organizaciones sociales.
La presentación de la campaña cerró con un acto
simbólico que resaltaba la importancia de globalizarla y asumirla a
nivel mundial, adaptándola a la realidad de cada uno de los continentes,
en esta mística un representante por continente recibió una camiseta con el
logotipo de la campaña donde asumían el compromiso de llevar esta lucha a cada
una de sus regiones. El desafío para cada uno de los continentes es dotar esta
campaña de una forma organizativa involucrando todos los sujetos sociales
posibles, hacia una lucha Contra los Agrotóxicos y por la Vida.