Los
gobiernos de China y Brasil -dos de las potencias económicas emergentes en el
mundo- suscribieron este martes un multimillonario acuerdo comercial en sus
propias divisas, el yuan y el real respectivamente; buscando así tener menos
dependencia de las dos principales monedas que dominan el mercado mundial: el
dólar y el euro.
El
pacto de canje de divisas alcanzado protagonizó el primer día de la quinta
cumbre anual del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica),
dedicado especialmente a profundizar las relaciones bilaterales entre lso
miembros del bloque.
El
convenio entre el Banco Central de Brasil y el Banco Popular de China alcanza a
un valor de 60 mil millones de reales o 190 mil millones de yuanes
(equivalentes a unos 30 mil millones de dólares), con validez por tres años y
posibilidad de prórroga mediante acuerdo entre las partes.
El
presidente del Banco Central brasileño, Alexandre Tombini, resaltó que el
convenio garantizará el intercambio comercial bilateral en los próximos años,
ya que brinda seguridad a sus intercambios respecto a las continuas
fluctuaciones de las monedas estadounidense y europea y de las turbulencias
financieras internacionales.
“El
objetivo es facilitar el comercio de los dos países independientemente de las
condiciones financieras internacionales (…) Dimos un paso importante en el
estrechamiento de las relaciones comerciales y financieras entre los dos
países”, explicó Tombini.
Asimismo,
recordó que los llamados “contratos de swap” son hoy una modalidad común entre
los países y el acuerdo es un paso importante en la dirección del uso de este
tipo de mecanismo.
Por
su parte, el ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, adelantó que el
Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff tiene previsto ofrecer un acuerdo
similar a los dignatarios de los otros Estados miembros del organismo.
Al
adoptar esta medida, el grupo BRICS se acerca a convertirse en un sólido bloque
político, económico y militar a nivel mundial, rivalizando, así, con los
intereses del país norteamericano.
Recientemente,
muchos actores en el comercio internacional y diferentes actividades económicas
han aumentado su interés de independizarse del dólar. Irán y países
latinoamericanos como Brasil, Venezuela y Argentina son algunos ejemplos de ese
caso.
En
ese orden de ideas, los países del BRICS acordaron también este martes la
creación de un banco de desarrollo propio, que permitirá financiar proyectos
del bloque, con el posible uso de una moneda interna.
Expertos
de estos países auguran que la mencionada institución financiera podría
convertirse en contraparte de las criticadas políticas económicas del Fondo
Monetario Internacional y del Banco Mundial.