Con respecto al conflicto docente
Por: Organización de
Estudiantes Secundarios - Agrupacion Kiki Lezcano
Comienza un nuevo ciclo
lectivo y como no podía ser de otra manera, las voces del poder se ponen en
movimiento de inmediato, corren como la peste, y amplificadas por los grandes
medios de comunicación, dicen, con mayor o menor decoro, que los maestros son
unos vagos ambiciosos, que faltan al trabajo, que hacen paro por cualquier
cosa, que no entienden nada de presupuestos y economía, que no se conforman con
nada… y sobre todo, que al docente no le interesa la educación de los pibes.
Tanto ataque tiene una
razón, la importancia del rol docente y su potencial combatividad. Por un lado,
atacan mediáticamente, buscando ensuciar el guardapolvo blanco. Por otro,
atacan al bolsillo. Buscan con tanto empeño el disciplinamiento de lxs
docentes, porque saben que son la base que sostiene las escuelas. ¿Que no
piensan en el futuro de los pibes, dicen? son los únicos, además de los propios
estudiantes, que se interesan el futuro de la Educación , y por eso
salen a luchar.
A nivel Nación, el aumento
propuesto es de un 22%, mediante una paritaria que se cerró unilateralmente,
cuando la inflación superó por mucho el 20%. Si bien no se puede dejar de
marcar que hubo algunos avances respecto a la cuestión educativa a nivel
nacional, la cuestión presupuestaria y salarial no cuenta como uno de ellos.
Además, persiste la misma cuestión de fondo: la federalización de los 90’s se
mantiene, y sus nefastas consecuencias también. El ejemplo más claro de esto,
es la descentralización de las decisiones en cuanto a educación tanto en lo
presupuestario como en lo pedagógico. El último intento de cambio de currículas
lo demuestra: cada gobernador tenía la libertad de aplicar las decisiones del
Consejo Federal como se le ocurriera, y en la Capital por supuesto,
Macri y Bullrich hicieron lo suyo.El posicionamiento del Gobierno la Ciudad de Buenos Aires, es
siempre más burdo. El 26% ofrecido en dos veces, termina siendo en algunos
casos menor al 11% (hechas las deducciones de antigüedad, etc.). Los aumentos
son sólo respecto al salario mínimo, e imponen una discriminación arbitraria
entre los docentes que cobran por cargo o por hora cátedra. La propuesta tiene
una razón política, no de “caja”. La recaudación del Gobierno de la Ciudad aumentó un 29,5% y
el subsidio a escuelas privadas excede el 32% (Datos aportados por ADEMYS).
Entendemos que la lucha por
el salario docente forma parte de una más general que hace tiempo venimos dando
en defensa de nuestra educación pública. Apoyamos a los y las docentes en pie
de lucha, sus planes de acción, y su voluntad de no resignarse ni conformarse
con las migas. Más allá de la medida en sí misma, es necesario reivindicar la
unidad en la acción de los gremios docentes.
Hoy más que nunca, unirnos
es una responsabilidad, y una necesidad. Es imperioso terminar con el
sectarismo y fragmentación entre nosotros, tan conveniente para los de arriba.
Esto se aplica tanto entre los mismos docentes, como entre los diferentes
sectores de la educación. Desde la Organización de Estudiantes Secundarios (OES)
estamos convencidos de que el objetivo es uno solo, y que la atomización de las
luchas solamente nos debilita y nos impide triunfar. Hemos apoyado las luchas
docentes, salariales, en contra de las políticas de recorte, en defensa del
Estatuto, contra el despido de Maestros y Maestras por manifestarse. Y las
seguiremos apoyando. Ustedes, docentes, nos han apoyado en las tomas de
colegios, más allá de las posiciones oficiales de los sindicatos, en la base y
en la calle.El gobierno y los medios de comunicación intentan mostrar estas
luchas como reivindicaciones separadas; en febrero luchan los y las docentes,
en agosto los y las estudiantes. Nosotros tenemos la enorme tarea de demostrar
que no es así, y que si la educación pública sigue en pie, es gracias a
nuestras comunidades educativas, que la defienden con uñas y dientes. Este año
nos espera la lucha por los cambios curriculares, y nos debe encontrar juntos,
no como un sector acompañando a otro, sino como uno solo.
La educación pública se
sostiene por la maestra comprometida, por el maestro dedicado, que meten las
patas en el barro sin miramientos y se arremangan para trabajar con los pibes.
No en oficinas, cursos y masters impartidos por gente que jamás pisó un aula en
su vida.Un día de toma, un día de paro, de movilización en la calle, no es una
pérdida; es la garantía de subsistencia de nuestra educación pública, es una
ganancia en calidad educativa. Es la defensa básica de nuestros derechos más
primarios.Los y las docentes intransigentes, y los y las estudiantes combativos
y combativas, somos el verdadero sostén de la Educación Pública ,
frente a todos los que se esfuerzan día a día por destruirla.
¡DOCENTE LUCHANDO, TAMBIÉN
ESTÁ ENSEÑANDO!