El Secretario General de la
Federación de Trabajadores de la Energía de la Republica Argentina
(FeTERA-CTA), José Rigane, expresó que “la crisis energética es estructural e
inocultable, pero aparecen como culpables los usuarios. Pero ningún usuario es
responsable”. Y agregó que el Secretario de Energía de la Nación, Daniel
Cameron, “no está jugando ningún rol y está totalmente en un segundo plano.
Pasa desapercibido como funcionario en medio de los terribles cortes de luz que
sufre la gente”. “Daniel Cameron no cumple con el rol que debería cumplir”,
dijo.
El también Secretario
Adjunto de la CTA indicó que “esta crisis energética no tiene que ver con algo
coyuntural porque es totalmente estructural. No se puede poner de excusa al
clima porque en el sector energético se puede saber con anticipación el tipo de
consumo que va a haber”. “Pero es importante tomar dimensión que la crisis
viene de la mano de la privatización y extranjerización del modelo energético”,
agregó.
Rigane sostuvo que “la forma
de salir de esto es terminar con este modelo energético porque quedó demostrado
que fracasó”. También dijo que “queda demostrada la falta de inversiones en el
ámbito de la generación, en el ámbito de la transmisión y en el ámbito de la
distribución. No sirve pedirle a la gente que controle su consumo cuando hace
mucho calor o mucho frío, porque el problema viene de raíz por la falta de
mantenimiento y de inversión. No hicieron lo que tenían que hacer”.
“Está establecido que en un
día de máximo calor en Argentina se necesitan 5.000 megavatios más de lo común
en la producción y en un día de máximo frío se necesitan 4.800 megavatios más.
Todo es previsible en el sector energético, no es verdad que no se puede prever
la demanda”, explicó. También agregó que “esto sucede porque no se invirtió en
las obras de infraestructura”.
Rigane comentó que “un
informe recientemente conocido de la Auditoria General de la Nación,
establecía, por el aumento de nuevos clientes, construir 5 centrales de
generación de electricidad. Esto representa la incorporación de varios miles de
megavatios al sistema. De esas 5 centrales sólo se hicieron 2. Esto resulta
determinante”.
Rigane manifestó que, “según
el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), la energía creció
menos de la mitad de lo que creció el PBI. Entre el año 2003 y 2013 el PBI
creció a una tasa del 6,5% promedio anual y la potencia instalada de energía lo
hizo tan sólo a 3,2% por año. Este dato establece claramente por qué hoy la
energía está en crisis”.
Para finalizar, Rigane dijo
que “las consecuencias están claras porque las pagan los usuarios, pero el
origen es la falta de inversión y el fracaso del modelo energético”.