jueves, 29 de agosto de 2013

NO A LOS NEGOCIOS MILLONARIOS SOBRE LA COSTA DE QUILMES

QUILMES- Comunicado de la Organización para la Liberación Argentina

En la sesión del Concejo Deliberante del día de ayer fue ratificado el convenio que había suscripto el Municipio de Quilmes con la “Corporación Antiguo Puerto Madero S.A.” para la elaboración de proyectos a fin de “recuperar” el paseo público costero de Quilmes.


Pero, por sí mismo, esta información no dice nada.

Sin embargo, cuando empezamos a analizar más de cerca el asunto, aparecen algunos puntos, cuanto menos, extraños.

El texto aprobado sostiene que se convalida el convenio de colaboración destinado a desarrollar los instrumentos de gestión para definir, elaborar y ejecutar el Proyecto de “Recuperación” del Paseo Público Costero de Quilmes; por otro lado, autoriza al Ejecutivo a suscribir los convenios particulares a través de sucesivos anexos derivados.

Ahora bien: ya existiendo un ente municipal que se encarga del tema (la Unidad Ejecutora del Proyecto de la Ribera de Quilmes), con un presupuesto más que elevado (cerca de dos millones de pesos anuales), desde 2008, ¿Para qué realizar un convenio con una empresa para que se encargue de lo mismo?

Además, ¿por qué fue ocultada la información hasta último momento si el convenio es tan favorable para el municipio?, y ¿por qué se autoriza a celebrar convenios con la Corporación sin necesidad de que vuelva a pasar por el Concejo Deliberante?

Tenemos el antecedente inmediato de Techint, quien pretendió reclamar unos terrenos sobre la costa, obtenidos de manera fraudulenta, durante la dictadura militar y también durante el menemismo, para realizar un negocio inmobiliario fabuloso, y que fue rechazado gracias a la movilización de distintas organizaciones populares. Pero veamos que pasa en este caso.

La ordenanza aprobada ayer no contempla en su marco legal la Ley de Bosques Nativos, la ordenanza municipal N° 9348/02 y su modificatoria 9508/03, y la Ley Nacional de Ambiente, con lo cual, se habilita el uso indiscriminado de la Costa si así se quisiera. Eso, teniendo en cuenta, a su vez, las amplísimas facultades que se le otorgan al Ejecutivo, como mencionamos anteriormente.

Hasta aquí, ya es de por sí escandaloso: una ordenanza que se aprueba a las apuradas, que no contempla legislaciones anteriores, que hace convenios en áreas que ya cuentan con entes municipales financiados y que vuelve a insistir sobre situaciones vergonzantes como la Costa.
Pero aún hay más.

LA CORPO

La Corporación Antiguo Puerto Madero es una Sociedad Anónima creada en 1989. Según consta en su propia página, “Las 170 hectáreas que (…) integran (Puerto Madero) eran propiedad del Estado, que las transfirió a la Corporación. La Municipalidad (hoy Ciudad de Buenos Aires, en aquel momento manejada por el Estado Nacional, siendo ya Menem presidente), por su lado se comprometió a generar el proyecto para urbanizarlas. ”.

Nombrado en ese momento, el Ingeniero Máximo Garay, es hoy uno de sus directores, propuesto por la Nación.

En 1989, cuando se decidió la reconversión de Puerto Madero, Garay se desempeñaba como Secretario de Planeamiento de la entonces Municipalidad y se transformó en uno de los principales impulsores y defensores del proyecto.

Luego, a principios de los 90 ocupó durante varios años el cargo de Vicepresidente de la flamante Corporación Antiguo Puerto Madero (en representación de la Ciudad). Como se ve, no todo lo neoliberal es malo. Al menos para el oficialismo de Quilmes.

Ahora bien: ¿Qué ofrecía Puerto Madero? Recordemos el concepto neoliberal de maximizar la ganancia y minimizar los costos, la preeminencia del mercado y la subvaluación de lo social. Así, de acuerdo al propio Garay, “podía reposicionar la idea de trabajar o vivir, es decir invertir, en el centro de la ciudad, sumaba un montón de espacio público y rehabilitaba la relación con el río, la Costanera Sur y la Reserva Ecológica”. Huelga decir que Puerto Madero es un espacio vedado, en términos masivos, a la inmensa mayoría de la población, en tanto se conformó como espacio de cuanto negocio turbio se piense.

Ahora bien, ¿de dónde obtiene sus recursos una sociedad anónima que conforman la Nación y la Ciudad?

Luego de la venta de los terrenos, la CAPSA se financia con la renta de las concesiones de las playas de estacionamiento, los alquileres de infraestructura y la venta de publicidad. En términos numéricos, significaron más de 14 millones de pesos en 2011.

EL IMPACTO EN LA VIDA COTIDIANA DE QUILMES

No es nuevo que Quilmes se inunde cuando llueve. Y a nadie se le escapa, tampoco, que el agua corre, como sucede en otros lugares cercanos al Río de La Plata, de Oeste a Este, es decir, hacia el lado de la costa. Por ello, la “barrera natural” que significó la construcción de la autopista implicó que quienes viven en sus cercanías se inunden con más frecuencia que antes cuando llueve.

Pero no son solamente quienes viven en los márgenes de la autopista quienes se inundan y sufren las consecuencias de lo que deja el agua (valga decir, residuos de diverso tipo que, con el tiempo y la acumulación, se transforman en focos infecciosos y contaminantes) sino, también, y cada vez más, quienes viven en los lugares “residenciales”, de alto valor inmobiliario, como, por ejemplo, en el centro de Quilmes.

¿Quién no ha sufrido el anegamiento de las calles del centro de Quilmes cuando llueve un poco más de lo normal? Bueno, ahora imagínense eso en una zona de desagüe. O, mejor dicho, donde debería desagotarse ese caudal de agua que proviene de la lluvia.

Excelente. Ahora imagínense que, a esa barrera ya existente (la autopista) se le agregan otras “barreras” (como la falta de mantenimiento de las alcantarillas, por caso). Y que, en este caso, para que algunos funcionarios se lleven unos cuantos billetes más, se le agrega otra barrera más, a costa de, además, liquidar el último pulmón verde de Quilmes-Avellaneda, que a su vez regula el proceso hidrológico natural.

¿Se entiende ahora, con estos elementos, por qué nos oponemos a los emprendimientos en la Costa? No es solo la defensa de nuestros recursos naturales, ni tampoco la crítica al lucro de una empresa usurera, ni tampoco impedir la continuación y la agravación de las inundaciones en el distrito. Nos oponemos por considerar que esta, como otras, forma parte de una política sistemática de destrucción de las condiciones de vida de miles de habitantes, que se basa en los negociados espurios a espaldas del pueblo y que, estamos convencidos, deben desaparecer definitivamente de Quilmes y de la Argentina.

Ahora es tiempo de preparar nuevas uniones, protestas y rebeliones para defender la costa contra los negocios millonarios de las transnacionales, las empresas usureras y su ejército de secuaces locales que se cobijan y chupan la sangre del pueblo desde el Concejo Deliberante de Quilmes.

SEAMOS LIBRES, LO DEMÁS NO IMPORTA NADA

OLA – Organización para la Liberación Argentina
Firman por la OLA: Ariel Aloi y Gonzalo Getselteris