lunes, 6 de mayo de 2013

En el sueño y la vigilia somos Q´om.


Por A´li Rida Eric Peralta.*

En estos días estaba leyendo sobre los wichis y chorotes al oeste de la región chaqueña, y los guaycurúes al este, a quienes reconocemos por el nombre Qom, estaba leyendo algunos archivos que dan cuenta de su coraje y prolongada resistencia contra los conquistadores, sus sublevaciones, su organización y cosmovisión.

Ayer por la noche, luego de charlar con el qarasche Félix Díaz para informarme sobre la violenta agresión que sufrieran su hijo Abelardo y el hermano Carlos, me fui a tratar de descansar un rato, poco más tarde estas imágenes fueron mi sueño. Y era así, “se pescaba colectivamente, con unas redes que parecían hamacas paraguayas, una docena de indígenas, cada uno con su red, avanzaban hasta ubicarse de frente a la correntada del río; al otro extremo mujeres y niños golpeaban el agua para que los peces huyeran en dirección a sus pescadores. Pescaban sábalos además de tortugas, anguilas y algún yacaré de los chiquitos (a los más grandes los mataban antes de meterse al agua). Todo esto pasaba entre medio de risas y gritos, era un momento de fiesta”.

Hoy la realidad es otra, a los hermanos y las hermanas de la comunidad Potae Napocna Navogoh, entre tantas agresiones sufridas a diario, para sorpresa de todos no se les permite pescar, así lo informaban el año pasado los más jóvenes al consejo de la comunidad, se les exige un “tributo” por acceder al alimento que se encuentra en sus tierras ancestrales, así están las cosas, tradiciones y civilizaciones longevas que se intentan asfixiar con el “desarrollo y progreso” de la civilización moderna.

La valentía de hombres como Salarnekalon, Cambá, Matolí, Leoncito, Garcete, Covaique, Nela-Lagadik, Megotsche, Colompotop, grandes jefes, dignos de sus pueblos a la hora de pelear por sus derechos, se alza nuevamente en los hombres y mujeres Q´om.

“La lucha por la tierra es la lucha por la vida” afirma hoy el qarasche Felix Díaz asumiendo el liderazgo de su comunidad y la continuidad de esas luchas que, 2 siglos después, siguen siendo las mismas; él, junto a su mujer Amanda Asijak, sus hijos e hijas y los hermanos y hermanas Q´om son tierra y vida del sueño que nos contiene, y del que anoche tuve algunas imágenes, solo para reafirmarme que, en el sueño y la vigilia, somos Q´om.


* Secretario General de la OLA – Organización para la Liberación Argentina