Con la voz quebrada y apenas
conteniendo las lágrimas, el presidente de Bolivia, Evo Morales, despidió ayer,
en nombre del pueblo boliviano, al fallecido mandatario venezolano, Hugo
Chávez, su “amigo”, su “hermano”, su mentor político desde que en 2006 se convirtiera
en el primer indígena en liderar los destinos de ese país. Morales compareció
anoche en el Palacio de Gobierno en La
Paz , arropado por su gabinete, para transmitir sus
condolencias al pueblo venezolano, al que pidió, más que nunca, unidad tras la
muerte de Chávez, anunciada ayer por el gobierno de Venezuela.
“Estamos dolidos,
destrozados”, manifestó el presidente boliviano, quien en su discurso se vio
obligado a hacer frecuentes pausas,embargado por la emoción ante la
desaparición de su “hermano, compañero presidente”, como definió a Chávez. Evo
Morales ha sido el mandatario latinoamericano que más veces visitó a Chávez
durante su lucha contra el cáncer, que padecía desde 2011, y que finalmente
acabó con su vida. Morales viajó a Caracas el 19 de febrero con la esperanza de
ver a su colega, aunque finalmente los médicos lo desaconsejaron, por lo que se
reunió con familiares de Chávez y miembros del gobierno de ese país.