A los últimos y más
resonantes casos de gatillo fácil en la ciudad se le suma otro más. Hace unos
meses en el barrio Santa Rita era asesinado Maximiliano Villaroel, hace once
días, también en manos de la policía, lo era Mauricio Araujo.
Mauricio tenía 19 años
cuando en su camino se cruzó con dos policías bonaerenses que se encontraban de
civil y en un coche que tampoco tenía identificación. Aunque la policía insiste
en desmentir este hecho, tanto los vecinos como también los familiares fueron
testigos de lo contrario.
El homicidio de Mauricio
ocurrió en la madrugada del domingo 23 de diciembre, cuando el joven se
encontraba junto a dos familiares en Formosa y 20 de septiembre.
No es de sorprender que los
distintos medios de comunicación locales elijan la versión del enfrentamiento,
mientras ocultan que vecinos del lugar presenciaron que fueron los policías
quienes irrumpieron en el coche donde se encontraba Mauricio y dos personas
más.
En palabras de la hermana de
Mauricio: “A mi hermano se le paró el auto y se fue con mi primo a comprar una
gaseosa hasta que se le recuperara la batería, pero cuando volvió, se encontró
con dos policías de civil que le pegaron un tiro en la mano y después un
culatazo en la cabeza, que lo dejó desplomado. Ahí nomás lo ejecutaron en el
piso”. También afirmó que: “uno de los efectivos se encontraba uniformado y el
otro, de civil, y se transportaban en “en un auto particular”.
Por otra parte, el padre de
otro de los chicos dijo que ninguno de los jóvenes tenía un arma sino que la
policía le colocó un revólver en la escena del crimen. Según refiere: “Mi hijo
vio cuando sacaron un arma, se la pusieron en la mano muerta, le cerraron los
dedos y se fueron”.
Desde el Frente
Antirrepresivo MdP, entendemos que no es casual que la policía asesine una vez
más a un joven, siendo esto intrínseco a las fuerzas represivas. Se trata de
una policía, en este caso la bonaerense, entrenada para matar y que, según el
último informe de Correpi presentado en noviembre de 2012, asesina a un pibe
por día, en los distintos barrios a lo largo y ancho del país.
No se trata de casos
aislados, ni tampoco existe una “buena policía” sino que se trata de toda una
institución que funciona día a día para ejercer el control total sobre la
población.
Tampoco es casual que la
policía se maneje con esta impunidad, plantando pruebas a simple vista,
inventando testigos falsos, actuando de civil, sin identificación alguna, ya
que cuenta con todo el respaldo del aparato judicial.
Esta situación es
consecuencia directa de las políticas represivas que los distintos gobiernos
aplican. A días de haberse inaugurado el “operativo Sol” en la ciudad, otro
pibe es asesinado en una ciudad que cada día tiene menos de feliz.
Es por esto que denunciamos
una vez más como principales responsables a los gobiernos de Pulti, Scioli y
Cristina Kirchner.